Agrovalor II: La UNPA presentó propuestas vinculadas a los recursos hídricos
La Unidad de Vinculación Tecnológica de la Universidad Nacional de la Patagonia Austral presentó días atrás la propuesta institucional en el marco de la segunda convocatoria del Programa Agrovalor, financiado en forma conjunta por los Ministerios Nacionales de Agricultura Ganadería y Pesca y Educación con el objetivo de estimular el desarrollo de proyectos de innovación y agregado de valor por parte de las universidades públicas, a partir de su articulación con el sector productivo.
La propuesta de la UNPA contiene tres proyectos: el primero, denominado 'Buenas Practicas para el manejo extensivo del agua de riego y drenaje en el sur de Santa Cruz'; el segundo apunta a evaluar las características hidrogeológicas de un sector de la Cuenca Carbonífera para diseñar un plan de gestión de aguas subterráneas y el tercero está orientado a la conformación de un Laboratorio de Genética Molecular en Río Gallegos, focalizado en la actividad acuícola y los recursos pesqueros. Dos de los proyectos – impulsados por docentes investigadores- están radicados en la Unidad Académica Río Gallegos de la universidad y el restante corresponde a la sede Río Turbio de la casa de altos estudios. Cabe recordar que en esta oportunidad el programa contempla un financiamiento de hasta 2,5 millones de pesos por cada universidad que se postula, para solventar entre uno y tres proyectos, por lo que se estima que el Estado Nacional respaldará alrededor de un centenar de emprendimientos en todo el país, a los que destinará cerca de 60 millones de pesos. El plazo de ejecución, en todos los casos, es de dos años.
Demandas reales
Valeria Serantes, responsable de la Unidad de Vinculación Tecnológica de Rectorado, explicó que en esta segunda convocatoria “se buscó presentar propuestas que no se superpongan con los proyectos impulsados en la primera convocatoria” y destacó “la importancia en esta oportunidad del tema del agua, con dos proyectos que de alguna manera son complementarios en cuanto a la proyección y los resultados que vamos a obtener y otro vinculado a la pesca, que es un recurso relevante en la región”. “De estos dos proyectos complementarios uno se focaliza en el análisis de la potencialidad de uso de aguas subterráneas en ambientes de cordillera y precordillera, mientras que en el otro está orientado al uso del agua de superficie en ambientes de estepa y vega, representativos de la porción central y oriental del Sur de Santa Cruz”, detalló. Serantes aclaró que “recién se están iniciando las instancias de presentación de documentación para la acreditación y posterior evaluación” y recordó que “al igual que en la convocatoria anterior, es necesario presentar socios que compartan no solo el interés, sino también la necesidad de poner en marcha las acciones propuestas en cada caso”. “Como institución – dijo- valoramos la iniciativa de los grupos de investigación que se presentaron, que fueron asistidos por la Unidad de Vinculación Tecnológica en la instancia formal de presentación de formularios y avales y ahora solo resta esperar y acompañar a los equipos a lo largo del proceso, primero de evaluación y después de ejecución de los proyecto”. En este contexto, la responsable de la UVT consideró que “estas transferencias directas al medio, con actores concretos y demandas reales, suman un componente necesario a la actividad de investigación aplicada, focalizada en este caso a la resolución de problemáticas y a la mejora en las condiciones existentes de producción”.
Unidades modelo
Consultada sobre la importancia de Agrovalor, Serantes manifestó que “la fuerte inversión que contempla el programa posibilita cuestiones tales como la compra de maquinaria, que es importante porque permite generar un patrimonio en relación a la actividad que se propone y al mismo tiempo consolidar equipos que están trabajando en el plano de la investigación”. “Se espera que el programa permita generar unidades modelo demostrativas que le sirvan no solamente a los asociados de un nodo, sino para que otros productores puedan ver cómo se trabaja en un plan de programa productivo diversificado, orientado a mejorar la calidad de producción o los niveles de producción con un trabajo sostenido en en el tiempo”, acotó. Asimismo, consideró que “un aporte financiero de este nivel implica para la universidad contar con otros elementos que entendemos que son importantes para que se sumen los productores a instancias reales y podamos generar proyectos que realmente transfieran tecnología y generen un conocimiento que repercuta efectivamente en la actividad económica de la región”. “Queremos que esto sirva para que los empresarios, las cooperativas, o en este caso las estancias, que son las que están asociadas a los proyectos de la primera convocatoria, vean la potencialidad de asociarse a la universidad y sepan que este conocimiento impacta realmente en la producción y en la tarea que ellos realizan cotidianamente”·, expresó finalmente Serantes.
Proyectos en marcha
En la Primera Convocatoria del Programa Agrovalor la UNPA presentó una propuesta que también incluía a tres proyectos encabezados por docentes investigadores de la universidad. Todos fueron aprobados y actualmente están siendo financiados. El primero, con sede en la Unidad Académica Río Turbio y a cargo de la Dr. Graciela Tello, el Ing. Rodolfo Christiansen y el Ing. Juan Pablo Mayo, está orientado a la constitución de una Unidad Productiva Modelo con el objeto de incrementar la intensificación y la diversificación de la actividad ganadera-ovina en la región sudoeste de la provincia, atacando no solo esta problemática sino también el proceso de desertificación que sufre nuestra región. Este nodo trabaja asociativamente las Estancias Santa Bárbara y Cancha Carrera y el INTA. El segundo proyecto, perteneciente a la Unidad Río Gallegos, tiene como responsables al Dr. Pablo Peri y el Ing. Lucas Monelos, que se centraron en el uso integral de un sistema silvopastoril en bosques nativos de Ñire, promoviendo el aumento de la productividad y fabricación de muebles en un marco de sustentabilidad ambiental. En este caso están asociados la Estancia Stag River y el establecimiento Maderas del Estepario. La tercera iniciativa corresponde a la Unidad Académica San Julián y está a cargo del Dr. Larry Andrade. Apunta a la puesta en vigor de una cadena de valor en origen basada en el aprovechamiento racional del guanaco en el Departamento Magallanes, articulado con la Estancia Cerro Bombero y la Ganadera Mata Grande en la generación de condiciones que orienten a la comercialización y puesta en valor de la especie.
Fuente: Secretaría de Extensión Universitaria
Próximo > |
---|