Cada hora del hombre es un lugar vivo de existencia y ocurre una sola vez y esa vez es irremplazable.
La muerte también lo es.
Y entre ambas circunstancias: la vida y la muerte se encuentra: el hombre.
Hoy 14 de junio, en la Cuenca Carbonífera recordamos a Nuestros Hombres. Y para ellos valga la memoria encendida porque viven en cada uno de los compañeros, en cada ciudadano de este lugar, en cada familia que convive con esa ausencia.
Es en estas encrucijadas donde reside la tensión de la vida, la fugacidad del tiempo, la grandeza de esas muertes que no permiten una mirada hacia atrás sino que dieron lugar a otro destino. Son esos cruces de caminos tan difíciles de soportar, los que abren las grandes opciones.
Aquella desesperación, aquella angustia, dieron paso a una esperanza que hoy como comunidad transitamos.
Desde la Unidad Académica Río Turbio permítasenos con el respeto más profundo rendirles un homenaje a Ellos.
Decana
UART UNPA
CP Marcela Villa
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